La hija de Juan Simón 1956
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La Hija de Juan Simón fue rodada por vez primera en 1935, un año antes de que estallara la guerra civil. Protagonizada por Angelillo, que gozaba de gran popularidad en esa época, y dirigida por José Luis Saez de Heredia, con Luis Buñuel como jefe de producción y en la que interviene también Carmen Amaya. Fué uno de los films mas populares de la República. En 1956, Antonio Molina en pleno apogeo, protagoniza otra versión de la película con María Jesús Cuadra y dirigida por Gonzalo Delgrás, con un pulso dramático que sorprende despues de tantos años ya que la historia esta vez está contada en clave de cine dentro del cine, un equipo que llega a un pueblo a filmar una historia que después le sucede a los protagonistas. Es el tópico tema de la muchacha engañada que acaba protituyéndose y regresa al pueblo fracasada y enferma, y cuando fallece es su propio padre, el único enterrador del pueblo, el encargado de darle entierro. Todo un drama lacrimógeno que hizo que Antonio Molina se acabara de consagrar como el ídolo de multitudes que fué, en el cine y en la música.
Canciones de la película:
La hija de Juan Simón, milonga que da título a la película y que suena mientras aparecen los créditos de la misma. La interpretación que hace Molina de la misma supera con creces la anterior de Angelillo imprimiéndole un sentimiento a la voz como solo él sabía hacerlo. Y lo que en principio parecía una tarea dificil para el "cantaor", se tradujo en uno de sus temas mas solicitados. La facilidad para cantar milongas ya la había demostrado sobradamente en "cuando siento una guitarra", "la rosa del penal" y posteriormente en "tus rosas".
Ay Carmela, de Torres y Montorio es uno de los mejores temas de la película que le obliga a hacer continuos alardes de voz por la tesitura de la canción . La letra cuenta como el "cantaor" abandonado le canta a su amada y le pregunta ¿porqué?. Es una canción muy bien construida que parece hecha para las facultades vocales de Molina si no fuera porque ya la había cantado muchos años antes el propio Angelillo.
Plegaria, de Arozamena y Montorio. Es el Ave María que canta en la Iglesia. Igualmente cantado con mucho sentimiento y una perfecta fusión entre la voz del intérprete y el órgano que le acompaña en la Iglesia del pueblo.
Las murallitas de Cadiz, tema clásico del flamenco del que existe una versión de Canalejas de Puerto Real, con ritmo de bulerías. Antonio Molina lo canta adaptado por Perelló y Montorio, muy en su estilo y del que hace una excelente interpretación.
La tortolica. También de los mismos autores es el tema con el que triunfa en un concurso de radio, en la película. Es un buen tema, dedicado a la madre y que luce mucho en su voz
Soy un pobre presidiario, pasodoble clásico del cancionero español a raiz de la versión de Angelillo y que Antonio Molina contribuye a popularizar, mas si cabe. Está cantado en clave de humor pero a la vez con un gran sentimiento, y es de esos temas que sobreviven con los diferentes cambios de letra aplicados a cada época.
Cantar, cantar, pasodoble que sobrepasa con mucho los tres minutos que suele durar cada tema tal vez por eso en el film solo suena la segunda parte. Hace una descripción de la vida del cantor, cantar todos los días, hoy por soleares, mañana por alegrías y pasado Dios dirá. Brillante interpretación de Antonio Molina una vez mas, donde demuestra el dominio de su voz y de su clásico falsete, modulándolo a su antojo con el paso de los años y dándole una belleza plástica de la que carecía cuando empezó a cantar.
Las canciones de esta película las grabó en el primer disco de Montilla FM 90, si bien años mas tarde, en 1964, con la Emi - Odeón grabó Soy un pobre presidiario y La hija de Juan Simón.