Esos ojos de agua de Antonio Molina evocan un sin fin de sensaciones todas relacionadas con el mar. Ese mar de Andalucía siempre presente en la temática de sus canciones
El mar como rival a veces: "no quiero que tu te vayas que tengo celos del mar" o como cree ver los ojos de ella contemplando la bahía en Río de Janeiro otras el mar como fuente de vida del pescador:: "cuando la mar con rayos de Sol se dora retorna la barquita del pescador" "porque yo soy pescador y andaluz", el mar como compañero "En la mar de Andalucía con el agua siempre azul donde he de volver un día...•, el mar como espectador con esa luna que baja a bañarse a la Costa del Sol mientras las estrellas le cantan por soleares y se reflejan en el mar de Marbella, o en Cádiz, novia del mar, observando desde la muralla como de la bahía se van los barcos.
El mar como reivindicación geográfica: "Gibraltar frente al mar Mediterráneo", la belleza del mar en esa Maniblanca dormida en la playa y soñando barcos veleros. El mar que llora su pasión en la arena cuando le siente cantar.
El mar como despedida "cruzando la mar serena con ella te digo adiós" para tender sobre ese mar un puente de coplas con plata de soleares y bronce de chulerías.
Málaga como caracola de los mares que ríe y llora por soleares, España como caracola de colores, agua verde de las playas y algas de puertos perdidos.
Antonio en esta nueva dimensión seguramente se encuentra mar adentro a sus anchas , y el mar nos devolvió la barquita sin el cuerpo de aquel marinero.
El mar al que prometió volver un día a pescar coplas de luz, coplas de brisa y sal que oyó a su madre cantar, para devolvérselas mas tarde "cantando te doy mi vida ole con ole, ole y olá