Cuando vi por vez primera CAFE DE CHIITAS, en 1964, creí que los mas antimolinistas serian los seguidores de Rafael Farina. Porque Farina realmente queda muy mal tratado en los papeles que le asignaban. En Café de Chinitas es el malo malísimo, peleón, pega a las bailarinas, a su pareja y acaba en la cárcel aunque nos evitan alguna imagen entre rejas.
En Puente de Coplas es el hermano bueno apegado a la tierra, un personaje rural un tanto celoso de las aventuras de su hermano, pero es una bondad que no gusta, los guionistas lo saben, atrae mas el personaje un tanto canalla de Molina.
El problema de Farina es que su rostro es demasiado duro para la cámara, lp mismo ocurre con el Príncipe Gitano, en cambio Molina se deja querer, sabe ser blando cuando hay que serlo y duro si es necesario. Farina, incluso ciando habla con su novia no es nada tierno, entona igual un "te quiero" que un "vete".
Sin embargo los mas furibundos antimolinistas los encontré en las filas de Caracol, Marchena y Valderrama Entre Molina y Farina había mas feeling y eso trascendía a sus seguidores