Con la desaparición de Manolo Escobar estamos asistiendo al final de una forma de entender la Copla, la llamada canción española. De esa era solo nos queda ya Luis Lucena y el Príncipe Gitano, Lola Sevilla, Carmen y Maruja Diaz. Los últimos años han sido un goteo imparable de figuras que se han ido. No me olvido de Isabel Pantoja que en el escenario canta copla pero no sé que les da el mejicano Juan Gabriel que todas vuelven cantando boleros y rancheras, así los últimos discos de Pantoja de copla tienen poco.
Estamos asistiendo como decía a una nueva forma de entender la canción española, Pastora Soler empezó cantando solo copla y ahora es dificil escucharle en esa tesitura, lo mismo ocurrió con Pasión Vega, Diego Benjumea tuvo un relativo éxito con Campanero Jerezano pero no lo repitió y Miguel Poveda grabó un disco de coplas pero llevando los temas mas clásicos a su terreno, a veces irreconocibles que a mi me recuerdan a los cantantes de tablao y no de gran escenario como es Poveda. Unos y otros, hablo de los jóvenes se empeñan en hacer otro tipo de copla facilitando que se lleven el gato al agua los psedoflamenquitos como Arrebato y sus diademas o Camela. Entre todos la mataron y ella sola se va muriendo.
Yo que viví desde pequeño aquella época en que las voces de Farina, Valderrama, Molina, Antoñita Moreno etc, llenaban los cielos de España, me da una tremenda pena que no haya compositores a la altura de aquellos aunque con otras letras, no me cansaré de decirlo, pero sin desvirtuar el estilo que tanto nos hizo disfrutar.
La comparación entre Molina y Escobar es inevitable. Molina fue el primero en grabar discos en abundancia y el primero en vender discos en dosis masivas porque la verdad es que hasta entonces habia muy pocos tocadiscos. Es el que hace comprar discos a gente que no estaba por la labor. Escobar sigue con esa tónica pero además es la época de las promociones y al contrario que Molina que no la tuvo apenas, los discos de Escobar eran anunciados por la Belter y no teníamos que esperar a escucharle en la radio un tema nuevo.
Cuando en 1962-63 Molina suena incesantemente en la radio con Estudiantina de Madrid, Escobar lo hacía con El primer bautizo, el Porompompero, Filos del alba, Yo soy un hombre del campo, Adivinalo, etc. Yo lo recuerdo en los 60 como algo que no habia visto nunca. En cualquier calle, en cualquier bar sonaba la voz engolada de Escobar, en cualquier esquina un joven con una guitarra intentaba cantar Margarita, fue un fenómeno de masas parecido al del Raphael de los 60, quiero decir a nivel de presencia en todas partes y popularidad. Yo reconozco que no lo valoraba lo suficiente a conciencia de que para mi era el que eclipsaba a Antonio Molina y siempre recuerdo cuando mi abuela me dijo que a ella ya no le gustaba Molina, que le gustaba uno que se llamaba Manolo Escobar que salía mucho en la radio. La hubiera matado jeje.
Escobar tenía un sonido inconfundible, al principio se llamaba Manolo Escobar y sus guitarras y ocurría un poco como con Los Panchos, que el sonido los identificaba sin ninguna duda. En los 60 actuaba dos o tres veces al año en televisión, una de ellas por navidad, dado el éxito que alcanzó con Los peces en el río. De Escobar si que queda mucho material televisivo.