Vestida de negro, el pelo blanco, en la boca del metro vende....tabaco, bueno eso dice ella. La historia de esta abuela y su nieta cojita se remonta a un tiempo en que ambas vivian en la casita del bosque.
La abuelita se pasaba los dias sentada en la puerta de su casa haciendo calceta mientras la niña se perdía por el bosque buscando fresas, fresas que guardaba en su cestita. Oculto entre las ramas el lobo acechaba a la niña y se relamía con la sola idea de hincarle el diente. Ydecidido se puso un disfraz de campesina y salió al encuentro de la niña cojita.
Hola caperucita, dijo el lobo.¿Que estás cogiendo?. Es que no lo ves?, contestó la niña con aire insolente, Fresas para mi abuelita. Que bien, dijo el lobo, sacando la lengua y acercandose peligrosamente a la niña. No tendrás miedo de esta pobre campesina, dona poberina de la Rumanía y perseguida por el alcalde de Badalona? añadió el lobo calándose las gafas y adoptando una postura dulce y atractiva. Jo campesina, dijo la niña, tu eres el lobo y no te acerques mucho.
Ahuuuuuu, ahuuuuuu, dijo el lobo, y vive muy lejos tu abuelita? ofreciéndose a acompañarla.
La niña aceptó y siguieron andando por el bosque, por el bosque. por el bosque hasta que llegaron a casa de la abuelita que estaba sentada, como de costumbre en la puerta, haciendo calceta.
Hola abuelita, te traigo fresas, dijo la niña. Que bien, que bien, respondió la abuela. Y esta que viene contigo quien es?. Es una campesina pero a mi me sigue oliendo a lobo. No tengo trabajo, no tengo dinero, repetía la loba, perdon la campesina rumana.
Bueno, dijo la abuela, a jugar mientras yo meriendo. Ahi es cuando la abuela aprovecha para ir al metro a vender...tabaco
Mientras, a lo lejos, se oye un coro de niñoas en la plaza cantando aquello de Pena, penita, pena que la niña no juega porque es cogita, pena, pena, pena.
En la boca del metro corre el rumor de que ha llegado al puerto de Barcelona un alijo de coca y alli que se va la abuela con los cartones de tabaco en una bolsa. Un mosso de escuadra que, curiosamente se parece a Antonio Ozores permanece callado mientras la abuela canta Caminito de mis penas mientras inspecciona el contenido de la bolsa. Como era de esperar no era tabaco, la abuela es una narcotraficante y en ese momento de confusion en el puerto una voz anónima grita: FARDO AL AGUA, consiguiendo asi desacerse del alijo y dejando a la abuela como unica culpable.
En la ultima escena podemos ver a la niña cojita sentada en un banco, llorando desconsolada al sentirse traicionada por la abuela y tambien por la campesina rumana. Del lobo nunca mas se supo aunque alguien asegura haberlo visto en el Valle de los Caidos.
Moraleja: Si eres lobo feroz no aparentes ser oveja, porque si no asusta mirarte te puede caer el marrón de una abuelita vieja